En el año 1995 me presenté como voluntario a prestar servicio militar, siendo asignado al 211 Batallón de Infantería Antonio Ricaurte, en la ciudad de Rubio, estado Táchira.
El 5 de diciembre de 1996 fuimos trasladados para resguardar la zona fronteriza de La Victoria, estado Apure, cercano a la población de Arauquita, sector dividido por el río Arauca. Allí, el día 26 de marzo del año siguiente, tuvimos un enfrentamiento con un grupo subversivo, donde varios de mis compañeros corrieron peligro. A raíz de eso, me puse, con varios de ellos, a pensar en lo inseguro que eran en ese tiempo los correajes donde llevábamos las municiones y granadas, pues sólo era un arnés y una correa. En mi propia experiencia, en aquel choque armado a se me cayó una granada de mano, porque éstas eran amarradas con una simple liga a la altura del hombro. Eso me llevó a idear una solución práctica, de la que nació el chaleco perfectamente dotado para que los soldados lleven con seguridad los cargadores y granadas.
Ése fue el inicio de un sueño que duró hasta el 2 de marzo del año 2006, cuando pude legalizar la empresa que lleva por nombre “Distribuidora, Industria e Inversiones El Reservista”, llamada así en honor de todos los soldados que han cumplido con el deber del servicio a la patria.
Gracias a todos por confiar en nosotros. Y a aquellos que nos han adversado, quiero decirles que son mi mayor motivación para seguir adelante con este proyecto.
Gracias, mi Señor Jesucristo, por guiar mis pasos, porque sé que Tú vas delante de mí.
Carlos Carrillo
Hace exactamente 10 años comenzó este proyecto lleno de motivación, constancia y dedicación.
Después del esfuerzo de todo el grupo del reservista, seguimos creciendo con el fin de llegar mucho más lejos
y ocupar muchas más estructuras como la que va en proceso.